Las lisas de Canarias pertenecen al género Chalcides (dentro de la familia Scincidae) y provienen originariamente del norte de África. Se expandieron hacia el archipiélago canario, así como al sur de Europa y Asia, por medio de dos colonizaciones que se calcula se produjeron hace millones de años. Estos reptiles se caracterizan por tener un aspecto liso y brillante, debido a las pequeñas escamas entrelazadas que cubren su cuerpo, y unas extremidades visiblemente más cortas que en otros reptiles. Suelen ser difíciles de localizar porque se refugian bajo piedras y en las rendijas de muros, así como en el suelo en zonas de hojarasca. En Canarias, es posible encontrar lisas desde zonas muy bajas, casi al nivel del mar, hasta los 2300 m de altitud en Tenerife, y ocupando todo tipo de ambientes, si bien prefieren cotas inferiores a los 1000 m. Su alimentación es principalmente carnívora e  incluye insectos, arácnidos y larvas, además de frutos de forma ocasional. 

 

Las lisas están presentes en todas las islas del archipiélago y cuentan con cuatro especies endémicas. Su distribución es amplia, excepto en el caso de la lisneja de Lanzarote y Fuerteventura que es una especie vulnerable. Estos reptiles pueden verse amenazados por depredadores como los gatos y otros mamíferos introducidos, así como por la culebra real de California en Gran Canaria.

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La familia Scincidae está representada en Canarias por: 

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• Lisa de Gran Canaria (Chalcides sexlineatus), especie endémica que cuenta con dos subespecies: C. sexlineatus ssp. bistriatus, presente en el noreste de la isla e introducida además La Palma, y C. sexlineatus ssp. sexlineatus, que habita en el suroeste de Gran Canaria. Se caracteriza por los llamativos colores, verde o azul, de su cola.  ​​​