A pesar de los esfuerzos para combatir las especies invasoras, aún se requieren medidas adicionales para prevenir su llegada y translocación, especialmente en los ecosistemas insulares de alta biodiversidad como las islas Canarias, donde aún no se han implementado procedimientos de prevención o respuesta rápida completamente efectivos. Por ello COBIO y el Cabildo de la Palma se coordinaron para revisar las numerosas translocaciones de la ardilla moruna Atlantoxerus getulus ocurridas entre las islas e ilustrar claramente este problema. Desde 1996 hasta 2016, se trasladaron al menos 2.1 individuos por año desde Fuerteventura a otras islas. Si los movimientos de estos vertebrados de tamaño mediano se están produciendo regularmente, el número de traslocaciones de especies de menor tamaño podría ser mucho mayor. Por ello, los investigadores urgen a que se implementen estrategias más estrictas de control de especies invasoras en Canarias, incluyendo la detección temprana y la respuesta rápida, para minimizar los graves impactos de estas especies en la biodiversidad nativa del archipiélago.